Tiene una capacidad de 12 litros pero se puede adaptar a las necesidades de las cerveceras. Fue desarrollado por el marplatense Javier Belederrain.
El marplatense Javier Belederrain, de 27 años, desarrolló el prototipo de un barril de polietileno para albergar cerveza que, a comparación de los actuales de acero inoxidable, son más económicos y se pueden fabricar en la ciudad.
Así, como trabajo final para graduarse de ingeniero industrial en la universidad local, Belederrain desarrolló “el prototipo de un barril, de 12 litros pero que se puede adaptar a la medida que pidan, en polietileno de alta densidad”.
Sobre el material, describió que se trata de “un plástico completamente inerte, por lo que no cambia ni el sabor ni el olor de la cerveza, no afecta las características de la misma” y contó que el mismo es “muy utilizado en la industria alimenticia. Los envases de los alimentos son de polietileno”.
Actualmente, los barriles utilizados en la industria de la cerveza artesanal son de “acero inoxidable, importados, por lo que hay que importarlos y no todo el mundo está en condiciones de hacerlo, y además son mucho más caros”.
En cambio, el barril de polietileno puede ser “fabricado con tecnología que tenemos en el país e incluso en la ciudad e incluso con un menor costo”.
Precisamente, la tecnología para su manufactura “es básica: se trata de un proceso llamado rotomoldeo”, técnica con la que actualmente se fabrican los tanques de aguas o los kayaks. “Son piezas huecas de un solo cuerpo”, describió el joven profesional.
Futuro
El prototipo fue desarrollado por el ingeniero junto a la empresa “M&M de Santa Clara, lo desarrollamos juntos y ahora estamos trabajando en conjunto con un diseñador para el proyecto siguiente, que es comercializarlo”, contó.
La idea es que el mismo pueda ser utilizado por los productores de cerveza artesanal, en una ciudad que se caracteriza por ser la segunda en país con más fábricas de ese brebaje en el país, detrás de San Carlos de Bariloche.
Otra arista, en el campo de la comercialización, podría estar enfocada en los consumidores que suelen recargar los actuales botellones y llevarlos a su casa. “Cada uno podría tener su barrilito y una minichopera en su casa para conectarlo”, se entusiasmó.
En cuanto a las ventajas del producto, Belederrain destacó que es “irrompible, reutilizable, se termina la bebida y se vuelve a llenar por años, ya que tiene una vida útil de una década”.
Asimismo, en caso de que tenga “alguna falla, se lo tritura y se lo recicla, ya que se puede usar para hacer otros productos”.
El barril de polietileno de alta densidad fue presentado en un concurso de innovación organizado por un grupo cervecero internacional y ganó el segundo puesto, que al ingeniero le proporcionó “un premio en efectivo y la promesa de que se comprometían a apoyarme en el desarrollo productivo del mismo”.
Paralelamente, el ingeniero junto a sus socios Leandro Mamani y Joaquín Nevyl están desde hace casi un año al frente de una cervecería artesanal multimarca ubicada en las inmediaciones de´l barrio Chauvin -“La Combirrita”- devenida precisamente de una barra rodante con la que trabajaban en distintos eventos.